Los recién nacidos dormidos son tus mejores colegas. A diferencia de los modelos profesionales, los bebés no siguen las indicaciones de quienes les fotografían. La única forma de cerciorarte de que no se moverán durante la sesión es hacer fotos mientras duermen. Envolverlos en una cobija puede ser de ayuda. “Una vez envuelto el bebé, no le quites la cobija hasta que terminaste con todas esas poses”, señala Vega. “Como se la quites, se despertará”.
A menudo la luz natural y los pequeños recién nacidos hacen buena combinación, sobre todo a primera hora del día. “Si vas a hacer fotos en casa y empleas luz natural, mejor hacerlas por la mañana”, recomienda Vega. “Yo, normalmente, empiezo sobre las 10 a. m, una hora donde hay luz natural, brillante y linda”.