Soy partidario de la idea de que no tienes que irte muy lejos para hacer fotos interesantes.
Tu vecino de al lado es interesante, la liga de fútbol que se juega al lado de casa es interesante.
No tienes por qué viajar a los lugares más remotos.
La gente que te rodea ya es bastante interesante, solo tienes que prestarles atención.
¡Hola, hermano!
¡Bienvenido!
¿Qué tal estáis?
Cuánto me alegro de verte.
Que Dios te bendiga.
Me alegro de verte, Jared.
Lo que más me gusta de hacer fotos en la escuela de lucha libre de Jimmy Valiant es que allí se ha creado una comunidad muy unida y acogedora de la que no puedes evitar sentir que formas parte.
Todo el mundo se implica y yo ya formo parte del paisaje; he encontrado una forma de integrarme.
Puedo ser muy discreto y limitarme a observar.
Para mí, es más sencillo hacer fotos significativas cuando te importan las personas a las que se las haces.
No quiero ser una persona que se limite a recibir.
Quiero asegurarme de que colaboro con este grupo para hacer algo que rinda homenaje a su forma de ser y a lo que hacen.
El mejor tipo de retrato es ese en el que puedes conectar con los fotografiados porque participan en la foto de forma activa.
Solo somos dos personas entendiéndonos y resulta que, entre nosotros, hay una cámara.
A veces solo dispongo de 45 segundos y otras veces dispongo de dos días.
Se pueden usar trucos para posar.
Nadie sale bien con los brazos cruzados.
Creo que una pose mucho más dinámica consiste en sentarse ligeramente de lado, con el hombro por delante.
Creo que mi trabajo es una combinación de bellas artes, documentales y periodismo fotográfico.
El secreto es que todos los proyectos en los que he trabajado pertenecen a subculturas con las que tengo una conexión y que me importan.
El trabajo que me da de comer es el que hago en revistas y prensa.
En mi trabajo como fotógrafo necesito tanto las tareas obligatorias como el trabajo personal.
Hacer más y más fotos cada vez, participar en muchas situaciones diferentes e interactuar con mucha gente son oportunidades de las que puedes aprender, que te harán crecer y mejorar tus fotos.
Soy una persona tímida.
Me cuesta mucho atreverme a acercarme a personas a las que no conozco.
Sacar un smartphone y pedirle a alguien que pose es una tarea muy sencilla.
El miedo de tener una cámara gigante en la cara desaparece.
El mejor consejo que puedo dar es que mantengas conversaciones, que busques elementos que te sorprendan y que pases tiempo con esas personas o en esos lugares.
Una vez que lo hagas y que inicies conversaciones, verás que no te arrepientes.
Justo ahí.
