Cómo dibujar el agua.

Ya sea dibujar las olas del océano cubiertas de blanco o un estanque tranquilo y pintoresco, sigue este tutorial de dibujo para dominar el arte de dibujar el agua.

Dibujo de un martini con aceitunas

Imagen de Alyssa Newman

Agua, agua, por todas partes.

La gran mayoría de los artistas deben saber cómo dibujar el agua. Si te especializas en paisajes, seguramente quieras añadir un océano o un lago en algún momento, e incluso los retratos o la naturaleza muerta pueden incluir vasos de agua o piscinas.

 

Además, el agua es versátil, por lo que puede evocar cualquier sensación. Puede aparecer como una fuerza majestuosa de la naturaleza, como en La gran ola de Kanagawa, de Hokusai; o como un área desolada, como en La balsa de la Medusa, de Théodore Géricault; o puede lucir maravillosa y misteriosa en Miranda, de John William Waterhouse.

Dibujo de “La gran ola de Kanagawa”, de Hokusai

Imagen de Katsushika Hokusai

No hay un único color, tono o forma del agua. Para dibujar el agua con éxito, el artista debe convertirse en agua: fluir de forma ininterrumpida, adaptarse constantemente y ser consciente siempre de la luz y el movimiento.

El dibujo de océanos, lagos, paisajes marinos y estanques.

Al dibujar el agua como parte de un paisaje, decide primero lo que está pasando en la superficie del agua. ¿Es un océano en calma con olas suaves sobre un cielo salpicado de nubes? ¿Es un lago tranquilo con las más mínimas ondas? ¿Es un mar agitado por la tormenta? Independientemente del estado de tu paisaje acuático, recuerda que siempre es dinámico.

 

Incluso el lago u océano más calmado y tranquilo tendrá algo de movimiento y jugará con la luz de alguna forma. Cuando dibujas el agua, también dibujas cómo la luz juega con ella. “Conoce tu fuente de luz y cíñete a ella”, afirma la artista e ilustradora Alyssa Newman. En el agua, la fuente de luz suele ser el sol o la luna, pero también puede ser las luces de un barco, ciudad o faro. Recuerda el punto de origen de la luz, su intensidad y cómo se moldea y juega con la superficie del agua.

Recuerda el reflejo.

“Si creas una ilustración de un océano u otra masa de agua —comenta Newman—, sueles querer que refleje un poco el cielo”. Obviamente, un cielo azul brillante no tendrá un océano oscuro debajo. Por el contrario, un océano bajo un cielo de verano será solo un poco más oscuro que ese cielo, pero seguirá siendo intenso.

 

Si la superficie acuática refleja elementos como árboles o personas, piensa en el movimiento del agua y en el origen de la fuente de luz. La calma relativa o el movimiento del agua informan sobre la distorsión del reflejo, y la dirección e intensidad de la fuente de luz afectarán a los brillos y destellos de ese reflejo. Los reflejos del agua son transparentes y sombríos, así que utiliza colores más apagados para mostrarlo.

Dibujo del reflejo de una persona tomando una foto de un estanque con carpas koi

El dibujo de olas, salpicaduras y agua en movimiento.

Casi cualquier océano o lago tiene olas. A veces esas olas pueden ser pequeñas, unas pinceladas de movimiento en una superficie. “Casi como una tela ondeando por el viento”, comenta el ilustrador y dibujante de cómics Jonathan Case. “Así es como luce la tensión superficial del agua”. La superficie puede fluir de forma suave o rápida, pero, mientras fluye, puedes utilizar burbujas y ondas de agua para expresar el movimiento. “Si quieres expresar el flujo del agua, debes escoger zonas en las que tengas líneas bonitas, suaves y ondulantes interrumpidas por zonas más cortas y burbujeantes” –aclara Case.

Una superficie en calma y ondulada, que, en ocasione, se ve perturbada por olas y salpicaduras. Esas olas y salpicaduras no son formas geométricas simples. Son complejas, temporales e inimitables. “Uno de los elementos más importantes es la variedad de las formas”, comenta Case. “Formas grandes y pequeñas. Ya sea agua cayendo sobre algo o en la superficie, debes encontrar la manera de distribuir las formas grandes y pequeñas para que todo resulte más orgánico”. Evita los trazos ininterrumpidos. Las líneas rectas son producto de la arquitectura e ingeniería; no obstante, las formas naturales tienden a curvarse, desarrollarse y dividirse en otras. Las líneas onduladas son más bien la norma, y si una sola línea continúa sin obstáculos, añade algo para interrumpirla y hacerla más orgánica.

 

Cuando evites líneas rectas y formas definidas, recuerda la forma y flujo general de tu dibujo. “Todas estas formas van a fluir entre sí al interactuar”, añade Case. “Sin embargo, las más pequeñas van a ser reemplazadas rápidamente por las ondas más grandes”.

El agua y el color.

El agua no es solo azul. Es clara, verde marino, oscura e, incluso, blanca. Además, al colorear el agua, no vas a utilizar un solo tono de azul, sino una amplia gama de ellos para mostrar movimiento, flujo y distorsión atmosférica. El agua también contendrá parte de la paleta que la rodea. Un río serpenteando por el Amazonas tendrá trazos de verde y un océano de icebergs tendrá un blanco gélido en su interior.

Si empiezas con un dibujo en lápiz de grafito o dibujando sobre una foto de stock, o cualquier otra fuente, utilizarás esa imagen para saber cómo sombrear el agua. “Siempre puedes usar las marcas de tu dibujo inferior para lo que va a hacer el color”, aclara Case. Aprender a traducir bocetos hechos en bolígrafo y tinta o fotografías en dibujos coloreados a lápiz o con acuarelas es importante al dibujar el agua. Por lo general, esto significa que traduces las secciones oscuras y claras del agua en tonos vivos o más pálidos, respectivamente.

Dibujo animado lineal de una persona varada en una isla
Dibujo animado a color de una persona varada en una isla

Imágenes de Alyssa Newman

“Si estás haciendo un paisaje, debes tener en cuenta la perspectiva atmosférica, es decir, cómo cambian los colores cuanto más lejos están en el fondo”, aclara Newman. “Por lo general, los colores se vuelven más apagados y suaves cuanto más lejos están en el fondo”. El agua en el primer plano de una imagen suele tener una coloración más viva, ya sea azul intenso o verde marino. Sin embargo, en el horizonte, los océanos y lagos se desvanecen en el cielo o en la oscuridad, con detalles que van desapareciendo poco a poco.

 

La prueba del artista verdadero.

Dibujar el agua puede frustrar a muchos artistas, pero puede ser gratificante y un signo de verdadera habilidad artística. La habilidad de dibujar el agua en un paisaje inmenso o en pequeñas gotas, en calma o en movimiento turbulento es una gran manera de demostrar tus habilidades técnicas. Se trata de un ejercicio de adaptación. Dibujar el agua es dibujar la luz y el movimiento en sí mismos, y sentirse cómodo dibujando algo que es cuestión de forma. Por eso, merece la pena el estudio y la práctica. Si puedes dibujar el agua, puedes dibujar cualquier cosa.

 

Independientemente del tipo de agua que estés dibujando, encontrarás pinceles y otras herramientas para llevarla a la vida en Adobe Fresco.

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