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Citar correctamente las fuentes es uno de los pilares fundamentales de cualquier trabajo académico. No se trata solo de una formalidad: las citas demuestran que has investigado, respetas el trabajo de otras personas y sabes construir tus argumentos sobre bases sólidas.
En esta guía te explicamos:
- Qué significa citar y por qué es esencial.
- Cómo citar según el tipo de fuente (libro, web, artículo…).
- Cómo aplicar los estilos de citación más comunes (APA, MLA, Chicago, Harvard).
- Cómo evitar errores frecuentes.
¿Qué significa citar una fuente y por qué es importante?
Cuando escribes un texto académico, no estás partiendo de cero: construyes sobre el trabajo de otras personas. Por eso, es obligatorio indicar de dónde proviene cada dato, idea o fragmento que no sea tuyo. Eso es precisamente citar: dar crédito a la fuente original.
¿Y por qué debes citar fuentes en un trabajo?
- Para evitar el plagio. No citar una fuente, aunque sea por descuido, puede co nsiderarse plagio. Y esto, en el contexto académico, puede tener consecuencias graves.
- Para mostrar tu honestidad intelectual. Una buena citación refleja transparencia. Indica que sabes diferenciar tus ideas de las ajenas y que has investigado seriamente.
- Para respaldar tus argumentos. No es lo mismo hacer una afirmación que demostrarla con datos o citas relevantes. Las referencias bien usadas fortalecen tu análisis.
- Para que otros puedan seguir tu línea de pensamiento. Citar permite a tus lectores rastrear tus fuentes, verificar tu información y profundizar en los temas que tratas.
- Para participar en la conversación académica. Todo texto académico forma parte de un diálogo entre investigadores. Citar bien muestra que conoces el estado actual del tema y contribuyes a ese debate.
Tipos de citas: citas directas, indirectas y ejemplos según la fuente
En redacción académica existen dos modos principales de incorporar ideas ajenas.
La cita directa reproduce el pasaje original palabra por palabra, encerrado entre comillas españolas (« »), mientras que la cita indirecta parafrasea el contenido con tus propias palabras. Ambas deben ir acompañadas de la referencia breve dentro del texto y de la referencia completa en la bibliografía. Emplea la cita directa solo cuando la formulación exacta resulte esencial; en el resto de los casos, opta por la paráfrasis para mantener un estilo ágil y demostrar dominio del tema.
Ejemplo usando las normas APA:
- Cita directa: «La correcta citación actúa como el GPS de la investigación» (García, 2024, p. 15).
- Cita indirecta: García (2024) compara la citación con un GPS que orienta al lector hacia las fuentes originales.
En la siguiente tabla encontrarás una visión general de los distintos tipos de fuentes, con ejemplos de cómo citar correctamente dichas fuentes.
Cómo citar fuentes de forma correcta
La destreza para citar fuentes correctamente se adquiere con práctica continua: desde los comentarios de texto del primer curso universitario hasta el TFG, el TFM o la tesis doctoral. Cada ejercicio —informes, reseñas, resúmenes o pósteres— exige referencias bien formateadas que eviten el plagio y refuercen tus argumentos, incluso en trabajos académicos más breves como los estudios de caso.
Primero analizaremos la diferencia entre la cita completa y la cita abreviada; después aprenderás a integrarlas correctamente en el texto y, para concluir esta sección, repasaremos los estilos de citación más utilizados en el ámbito académico.
Diferencia entre cita completa y cita abreviada
Una fuente puede presentarse de dos formas complementarias:
Cita o referencia completa
Contiene todos los datos que permiten identificar la obra sin lugar a dudas (autor, año, título en cursiva, edición, ciudad, editorial, rango de páginas o DOI). Se registra exclusivamente en la bibliografía final.
Ejemplo: García, A. (2024). Manual de redacción académica (2.ª ed.). Madrid: Síntesis.
Cita abreviada (referencia breve)
Aparece dentro del texto o en nota; incluye solo el apellido, el año y, si procede, la página, para remitir al lector a la ficha completa:
Ejemplo: (García, 2024, p. 57) | ¹ García 2024, 57.
Cada estilo pauta sus detalles tipográficos, pero la lógica es idéntica: la nota breve señala la referencia completa.
Cómo incluir citas en el texto
Hay varias formas de utilizar las ideas de otras personas en tu trabajo académico. Al citar puedes incorporar ideas ajenas mediante cita directa (palabras literales entre « » en español) o cita indirecta (paráfrasis), como hemos visto anteriormente. En ambos casos necesitas la referencia breve, que se coloca de tres modos habituales:
Estilos de citación más usados (APA, MLA, Chicago, etc.)
Cada universidad o centro académico exige uniformidad: elige un solo estilo de cita y aplícalo desde la primera nota hasta la bibliografía final. A continuación tienes cuatro formatos populares en España, con ejemplos de cada uno. Observa cómo cambia la puntuación, el orden de los datos y la tipografía:
- Estilo APA : (American Psychological Association): apellido, inicial(es). (Año). Título de la obra. Editorial.
Referencia corta — (García, 2024, p. 45)
Referencia completa — García, A. (2024). Manual de citación académica. Síntesis. - Estilo MLA: apellido, nombre. Título de la obra. Editorial, año.
Referencia corta — García 45
Referencia completa — García, Antonio. Manual de citación académica. Síntesis, 2024. - Estilo Chicago: apellido, nombre. Título de la obra. Lugar: Editorial, año.
Referencia corta — (García 2024, 45)
Referencia completa — García, Antonio. Manual de citación académica. Madrid: Síntesis, 2024. - Estilo Harvard: apellido, nombre (año). Título de la obra, ed., lugar: Editorial.
Referencia corta — (García, 2024, p. 45)
Referencia completa — García, A. (2024). Manual de citación académica, 1.ª ed., Madrid: Síntesis.
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Información necesaria para una cita correcta – con ejemplos
Los datos que pide una referencia completa varían ligeramente según el tipo de fuente, aunque la lógica general es la misma: identifica con precisión quién creó el contenido, qué publicó, dónde, cuándo y puede consultarlo hoy. Así, mientras un libro requiere la editorial y la ciudad, una página web necesita la URL y la fecha de acceso. A continuación revisamos los casos más habituales.
1. Cómo citar la fuente de un libro
- Autor o autores: Apellido, nombre.
- Título: en cursiva.
- Edición: solo si no es la primera.
- Lugar de publicación: ciudad.
- Editorial.
- Año de publicación.
Ejemplo en estilo APA:
García, Ana. Fundamentos de citación académica (2.ª ed.). Madrid: Síntesis, 2020.
2. Cómo citar fuentes de artículos de revista
- Autor o autores.
- Título del artículo: entre comillas.
- Título de la revista: en cursiva.
- Volumen y, si procede, número.
- Páginas: rango completo.
- Año de publicación y DOI (si existe).
Ejemplo (APA 7.ª ed.)
Pérez, Luis. «Tendencias en la investigación española». Revista de Estudios Universitarios, 12(4), 123-135. https://doi.org/10.1234/reu.2021.1245 (2021).
3. Cómo citar fuentes de páginas web
- Autor o institución (si consta).
- Título de la página o artículo: entre comillas.
- Nombre del sitio web: en cursiva.
- URL completa y permanente.
- Fecha de publicación o actualización (si aparece).
- Fecha de acceso: día, mes y año.
Ejemplo en estilo APA:
Rodríguez, Marta. «El futuro de la ciencia en España». Observatorio Ciencia Abierta. https://cienciaabierta.es/futuro-ciencia (publicado 12 ene 2024; consultado 5 feb 2025).
4. Cómo citar fuentes audiovisuales
- Autor o creador.
- Título del contenido: en cursiva, seguido del formato entre corchetes.
- Plataforma o proveedor.
- URL.
- Fecha de publicación (si consta).
- Fecha de acceso.
Ejemplo en estilo APA:
López, Sergio. Innovación docente en la era digital [Vídeo]. YouTube. https://youtu.be/abc123 (publicado 30 jul 2023; consultado 5 feb 2025).
Pasos para citar una fuente en Word
Mientras redactas el cuerpo de tu trabajo académico vas incorporando citas en el texto, notas a pie o notas finales y, al terminar, necesitas una bibliografía completa. Hacerlo a mano consume tiempo — y aumenta el riesgo de cometer errores —, pero Microsoft Word incluye un gestor de referencias que genera citas y bibliografías de forma automática. Eso sí, Word solo cubre los estilos más habituales (APA, MLA, Chicago, ISO 690); si tu facultad exige otro formato, recurre a gestores externos como Zotero, Mendeley o Citavi.
1. Elige un estilo de citación
- Abre la pestaña Referencias.
- En el grupo Citas, despliega y selecciona el formato que te haya indicado tu universidad (p. ej., APA o ISO 690-Referencia numérica).
2. Añade la fuente consultada
- Mantente en Referencias y haz clic en Insertar cita. Automáticamente se abrirá la ventana Crear fuente.
3. Completa los datos obligatorios
- Selecciona el Tipo de origen bibliográfico (libro, artículo de revista, sitio web, etc.).
- Rellena los campos - Autor, Título, Ciudad, Editorial, Año, URL, Fecha de consulta… según corresponda.
- Marca Mostrar todos los campos bibliográficos si necesitas datos adicionales (volumen, número, DOI).
- Haz clic en Aceptar: la cita se insertará en tu texto y Word guardará la referencia en el Administrador de fuentes para reutilizarla.
4. Genera tu bibliografía
- Coloca el cursor al final del documento (o en una página nueva).
- En Referencias, haz clic en Bibliografía.
- Elige un diseño (Bibliografía o Trabajos citados). Word insertará automáticamente la lista completa y ordenada.
Nota: si añades más citas después, basta con pulsar Actualizar citas y bibliografía para que Word incorpore los cambios.
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Errores frecuentes al citar y cómo prevenirlos
Incluso un trabajo bien investigado pierde fuerza si las referencias son incorrectas. Además de restar credibilidad, los fallos de citación pueden activar los detectores de plagio y derivar en sanciones académicas. A continuación encontrarás los deslices más habituales —y la forma de evitarlos— para que tus citas resulten siempre precisas, completas y coherentes.
- Evidencia incompleta: omitir datos clave (autor, año, editorial, URL, fecha de acceso…) dificulta localizar la fuente y genera desconfianza. Solución: antes de cerrar tu bibliografía, verifica cada referencia con la lista de campos obligatorios del estilo elegido.
- Atribución incorrecta: confundir autores, mezclar páginas o colocar la cita en el lugar equivocado puede considerarse plagio. Solución: utiliza el “control cruzado”: relee cada cita en el texto y comprueba que remite a la ficha correcta en la bibliografía.
- Formato inconsistente: cambiar de estilo a mitad del documento, alternar cursivas y comillas o variar la puntuación rompe la uniformidad y distrae al lector. Solución: fija un único estilo (APA, MLA, Chicago, ISO 690) en la pestaña Referencias de Word y deja que el programa formatee todas las entradas.
- Sobrecitación: itar cada frase, repetir la misma referencia o copiar párrafos enteros, aunque estén acreditados, transmite falta de voz propia. Solución: reserva las citas directas para ideas que necesiten la redacción exacta y, en el resto, resume o comenta con tus palabras.
Con estos cuatro focos de atención —integridad, atribución, formato y pertinencia— reducirás de forma drástica los errores de citación y reforzarás la autoridad de tu trabajo académico.
Consejos útiles para citar fuentes académicas
Una citación rigurosa puede marcar la diferencia entre un trabajo sobresaliente y otro cuestionable. Para agilizar la elaboración de tus referencias bibliográficas y minimizar errores, aplica las siguientes recomendaciones prácticas:
Reúne tus fuentes desde el inicio
Empieza la búsqueda bibliográfica en cuanto definas el tema. Anota de inmediato autor, título, año, editorial, DOI o URL y fecha de acceso. Llevar un registro desde el primer día evitará prisas al cerrar la bibliografía.
Usa la literatura secundaria con criterio
Si descubres un dato en una fuente secundaria, localiza la obra original y cítala directamente. Ganarás en fiabilidad y demostrarás que verificas la información de primera mano.
Adapta el formato a tu disciplina
Consulta las guías de tu facultad: Derecho suele requerir ISO 690, Psicología prefiere APA, Filología opta por MLA… Ajusta el estilo desde el principio para no tener que reformatear al final.
Contrasta fuentes diversas
Combina libros, artículos, informes oficiales y recursos digitales. Analizar perspectivas distintas refuerza tus argumentos y evidencia un trabajo de investigación exhaustivo.
Modera las citas textuales
Reserva la cita directa para pasajes cuya redacción exacta sea imprescindible. En el resto de los casos resume o parafrasea: tu voz debe prevalecer sobre la de los autores consultados.
Verifica y actualiza la información
Antes de entregar el trabajo, comprueba que incluyas todos los campos obligatorios —autor, año, URL, fecha de acceso— en cada referencia.
Consulta con tu tutor o la biblioteca
Ante dudas específicas —estilo, abreviaturas, fuentes poco comunes— recurre a tu director de trabajo o al servicio de biblioteca universitaria. Su asesoramiento puede ahorrarte correcciones de última hora.
Preguntas frecuentes sobre cómo citar fuentes
¿Cuándo debo citar?
Inclúyelas en el mismo paréntesis, separadas por punto y coma.
Ejemplo: (García, 2024, p. 45; Pérez, 2023, p. 67)
La información procedente de conferencias o conversaciones personales se considera comunicación personal. Se citan en el texto, pero no se añaden en la bibliografía.
Ejemplo: (J. López, clase magistral, 4 mar 2025)
Indica “s. f.” (sin fecha) en su lugar y mantén la fecha de acceso si es un recurso web:
Ejemplo: (Ministerio de Cultura, s. f.)
Sí, si se trata de un trabajo académico, puedes tratar tu obra como literatura secundaria. Evitarás el autoplagio y demostrarás continuidad investigadora.
Ejemplo:
García, A. (2022). Metodologías de aprendizaje activo….