VE A LA SECCIÓN:
¿Qué son las fuentes secundarias y para qué sirven?
Diferencias entre fuentes primarias, secundarias y terciarias
Por qué es importante utilizar fuentes secundarias
¿Dónde encontrar fuentes secundarias?
Como citar fuentes secundarias correctamente
Errores comunes al trabajar con literatura secundaria
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Las fuentes secundarias son fundamentales tanto para brindar apoyo como para contrastar argumentos, enriquecer el debate o fundamentar nuevas ideas.
En este artículo aprenderás:
- ¿Qué son las fuentes secundarias?
- Cómo reconocer fuentes secundarias.
- En qué se diferencian de otras fuentes.
- Dónde encontrar fuentes secundarias
- Cómo utilizarlas en tu trabajo académico.
¿Qué son las fuentes secundarias y para qué sirven?
Existen tres tipos de fuentes: primarias, secundarias y terciarias. En este artículo vamos a centrarnos en las fuentes secundarias, es decir, aquellas que interpretan, analizan o evalúan información proveniente de fuentes primarias. Estas no ofrecen un testimonio directo, sino que elaboran a partir de la información original para ampliarla, organizarla o contextualizarla. Algunos ejemplos de fuentes secundarias son libros de texto, biografías, reseñas, documentales o artículos.
¿En qué se diferencian de las fuentes primarias?
Las fuentes primarias son originales, es decir, tienen mayor proximidad a los hechos. Algunos ejemplos son documentos históricos, datos o artefactos. Estas fuentes conforman la base del trabajo de investigación y proporcionan información de primera mano.
En síntesis: la literatura primaria es la fuente. La literatura secundaria trata esa fuente.
Uso de fuentes secundarias en trabajos académicos
Ya sea una conferencia introductoria o un coloquio, te encontrarás con fuentes secundarias a cada paso de tu carrera. ¿Pero en qué se diferencia este tipo de fuentes de otras publicaciones?
Cuando los científicos interactúan con fuentes y temas de investigación, presentan sus hallazgos en una variedad de formatos. Estos incluyen, entre otros:
- Libros técnicos: proporcionan información completa y análisis sobre temas específicos y sintetizan el conocimiento existente. Entre ellas se incluyen monografías o antologías.
- Artículos de revistas: artículos publicados en revistas científicas que resumen y analizan una variedad de estudios e investigaciones sobre un tema en particular.
- Reseñas y ensayos: textos que evalúan investigaciones existentes y ofrecen nuevas perspectivas o interpretaciones.
- Manuales y libros de referencia: libros que proporcionan información completa y explicaciones sobre un tema.
- Enciclopedias y léxicos: obras de referencia que proporcionan información general y definiciones sobre un tema en concreto.
Diferencias entre fuentes primarias, secundarias y terciarias
Existen tres tipos de fuentes: las primarias y secundarias, que ya hemos mencionado, y las fuentes terciarias. Estas últimas ofrecen resúmenes, descripciones generales y referencias. Sin embargo, a diferencia de las fuentes secundarias, no hacen ninguna contribución a la investigación original ni proporcionan nuevas ideas o enfoques de interpretación.
A continuación, se presentan algunos ejemplos de fuentes primarias y terciarias.
Estudios, experimentos o trabajos de investigación que presenten nuevos datos o resultados. Ejemplo: artículos de investigación que provienen directamente de experimentos, estudios de casos, pruebas o encuestas.
Obras de referencia que proporcionan información básica sobre una amplia gama de temas y no representan investigación original.
Documentos o investigaciones que presentan nuevas teorías, conceptos o datos.
Libros que proporcionan una introducción a un área temática y resumen el contenido extraído de la literatura primaria y secundaria.
Entrevistas, cuestionarios, censos, estadísticas, fósiles, observaciones etnográficas o diarios que aporten información o datos directos.
Directorios de libros, artículos y otras fuentes que enumeran literatura sobre temas específicos.
Documentos históricos, fotografías, pinturas, obras literarias, manuscritos, cartas o autobiografías que ofrecen contenido o perspectivas originales.
Listas y colecciones de obras, a menudo en bibliotecas o archivos, que no proporcionan por sí mismos datos o análisis de investigación originales.
Por qué es importante utilizar fuentes secundarias
Un buen trabajo científico se basa tanto en fuentes primarias como en fuentes secundarias. Estas son sus principales ventajas:
- Base sólida: al inspirarse en el trabajo de otros investigadores, suponen una buena base para tu propio trabajo.
- Contexto: Las fuentes secundarias proporcionan contexto importante que te ayuda a clasificar y comprender mejor tus fuentes primarias.
- Descripción general del estado de la investigación: las fuentes secundarias te brindan una visión integral del estado actual de la investigación sobre tu tema.
- Vincular fuentes y resultados: al leer monografías, ensayos y artículos, reconocerás cómo conectar tus fuentes para argumentar tus propios resultados de investigación.
- Identificación de lagunas de investigación: consultar fuentes secundarias te ayuda a descubrir lagunas de información existentes en tu campo de investigación. Esto te dará la oportunidad de desarrollar preguntas innovadoras para tu trabajo.
- Formulación de hipótesis: te ayuda a comprender las teorías existentes y formular tus propias hipótesis de investigación.
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¿Dónde encontrar fuentes secundarias?
Ahora ya conoces las ventajas de la investigación secundaria para tu próximo trabajo de fin de grado, TFM o disertación, pero ¿por dónde debes empezar tu búsqueda de fuentes secundarias? Tienes varias opciones:
- Catálogos de bibliotecas: busca libros especializados sobre tu tema en los catálogos de bibliotecas universitarias.
- Bases de datos científicas: utiliza bases de datos especializadas como JSTOR, Google Scholar o PubMed para encontrar artículos de revisión relevantes y literatura revisada por pares.
- Bibliografías: es usual que el tema elegido ya ha sido abordado por otros investigadores. Una mirada a sus bibliografías puede proporcionarte información valiosa.
- Revistas académicas: busca en los archivos de revistas académicas especializadas para encontrar artículos y reseñas relevantes.
- Repositorios en línea: Plataformas como arXiv o SSRN ofrecen acceso gratuito a preprints (manuscritos científicos) y documentos de trabajo. Aquí encontrarás a menudo obras que aún no han sido publicadas.
- Redes sociales y redes académicas: En plataformas como ResearchGate o Academia.edu también puedes descubrir trabajos sobre tu tema e incluso contactar con los autores.
- Proyectos y portales interdisciplinarios: es recomendable visitar sitios web de plataformas o proyectos interdisciplinarios para encontrar más literatura sobre el respectivo campo de investigación.
Cómo citar fuentes secundarias correctamente
Procura citar siempre todas las fuentes primarias y secundarias de forma correcta. Esta es la única manera de garantizar que el supervisor de tu trabajo pueda comprender todas las referencias y que no tendrás ningún problema en caso de una comprobación de plagio. Aplica los siguientes consejos para un éxito asegurado.
1. Usa adecuadamente las citas indirectas
Si vas a citar información o pasajes de un libro de texto tienes dos opciones: como cita directa o indirecta. En el primer caso, simplemente debes citar un pasaje de forma textual y asegurarte de poner comillas al principio y al final de la cita. Las citas indirectas son un poco más complicadas, ya que hay que parafrasear. Esto significa que debes reafirmar el argumento o tesis con tus propias palabras. Eso sí, independientemente de la opción que elijas, es importante que siempre cites la fuente en el texto y la bibliografía.
2. Indica todas las fuentes utilizadas (primarias y secundarias)
Las fuentes primarias a menudo se citan en textos secundarios. Para utilizar un pasaje de este tipo en tu trabajo, debes citar tanto la fuente secundaria como la primaria. Al citar se diferencia lo siguiente:
- Fuente secundaria: La fuente en la cual encontraste la fuente primaria.
- Fuente primaria: La fuente original en la que se basa la fuente secundaria.
3. Incluye todos los datos requeridos en la cita
Independientemente de si utilizas fuentes primarias o secundarias, debes proporcionar la información completa en tu bibliografía. Esto incluye:
- Nombre y apellido de los autores
- Título completo de la obra
- Año de publicación
- Nombre del editor
- Número(s) de página(s)
4. Mantén un estilo de citación coherente
Independientemente del tipo de fuente que cites, es importante ser consistente con un solo estilo y seguir sus pautas al pie de la letra. Algunos ejemplos de estilos de cita son los siguientes:
Libro de ejemplo:
Autora: Laura Sánchez
Título: Introducción a la sociología moderna
Editorial: Ariel
Ciudad: Barcelona
Año: 2023
Estilo APA (7ª edición)
Sánchez, L. (2023). Introducción a la sociología moderna. Ariel.
Estilo MLA (9ª edición)
Sánchez, Laura. Introducción a la sociología moderna. Ariel, 2023.
Estilo Chicago (notas y bibliografía)
Sánchez, Laura. Introducción a la sociología moderna. Barcelona: Ariel, 2023.
Estilo Harvard
Sánchez, Laura (2023). Introducción a la sociología moderna. 2ª ed. Barcelona: Ariel.
Nota: en el caso de Harvard se ha añadido una edición como es habitual en este estilo. Si no aplica, simplemente se omite.
Errores comunes al trabajar con literatura secundaria
Puede ser un desafío trabajar con textos científicos de otros investigadores, sobre todo si estás comenzando tus estudios. Estos son algunos de los errores más comunes que es preferible evitar:
- Citar fuentes literarias de manera inexacta o incompleta. Esto dificulta que tus supervisores comprendan y verifiquen tu información. Hacerlo de forma incorrecta te puede llevar a cometer plagio.
- Aceptar y utilizar información de fuentes secundarias sin verificar por ti mismo las fuentes primarias. Esto te hace c orrer el riesgo de compartir información errónea o datos obsoletos.
- Utilizar fuentes obsoletas que no están al día. Esto podría dar lugar a basarse en información que ya está obsoleta o que ya ha sido refutada por investigaciones más recientes.
- Utilizar hallazgos científicos sin analizarlos y contextualizarlos en tu trabajo. No basta con simplemente repetir la información o las tesis de otros, sino que el investigador debe interpretar con cuidado todo aquello que cita.
- Tratar erróneamente los textos secundarios como fuentes primarias o viceversa. Esto crea confusión sobre el origen y la validez de la información.
- No tener en cuenta los posibles sesgos o perspectivas de los autores. Esto supone caer en la pérdida de objetividad.
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Consejos prácticos para utilizar fuentes secundarias
Con un poco de práctica, te resultará fácil manejar textos de investigación, especialmente si sigues algunos consejos útiles:
Verifica que las fuentes estén actualizadas
El conocimiento científico está en constante evolución. Por eso es importante mantenerse actualizado. Al investigar fuentes asegúrate de que tu selección sea lo más actual y relevante posible para tu tema.
Considera distintas perspectivas
Lee siempre artículos de investigación de diferentes autores y de diferentes publicaciones para encontrar todas las perspectivas posibles. Esto te ayudará a desarrollar una comprensión integral de tu tema y evitar posibles sesgos.
Revisa las metodologías empleadas
Analiza los métodos utilizados en las fuentes secundarias. Aplica un ojo crítico y asegúrate de comprobar si los métodos elegidos son adecuados y si los resultados son válidos y fiables. De esta manera puedes asegurarte de que los hallazgos también se ajustan a tu pregunta de investigación.
Usa literatura confiable
No todas las fuentes o textos científicos son igualmente valiosos y útiles. Concéntrate en publicaciones confiables y de buena reputación para garantizar la calidad de tu trabajo. Esto se puede ver especialmente en las calificaciones de publicaciones o revistas. En el contexto español e internacional, las métricas más reconocidas para evaluar la calidad de una revista científica son JCR y SJR, mientras que en el ámbito hispanohablante, especialmente en ciencias sociales y humanidades, destacan herramientas como Dialnet Métricas y MIAR.
Analiza críticamente lo leído
Cuestiona siempre los argumentos e interpretaciones de los autores para comprender su relevancia en tu propia investigación. Asegúrate de que los análisis sean significativos y bien fundamentados.
Integra las fuentes en tu propio análisis
Si utilizas fuentes secundarias, nunca deben utilizarse de forma independiente al resto del texto. Asegúrate de relacionar siempre las citas o argumentos de la literatura con tus propias tesis o preguntas.
Preguntas frecuentes sobre fuentes secundarias
Por otro lado, las fuentes secundarias son el análisis, evaluación o interpretación de estas fuentes primarias preparadas por otros investigadores.