El ISO en fotografía: Cómo sacarles el máximo provecho a los niveles de exposición de tu cámara.
Uno de los elementos que se debe tener en cuenta para conseguir resultados fotográficos de alta calidad es la sensibilidad ISO, es decir, la cantidad de luz que deja entrar la cámara.
Con la ayuda de nuestros expertos en fotografía Ivy Chen, Stephen Klise y Derek Boyd, te explicamos por qué es importante dominar el ISO, cómo ajustarlo en tu cámara y cómo sacarle provecho para hacer fotos profesionales.
Contenidos:
El ISO es la escala de sensibilidad fotográfica utilizada actualmente y desde 1974. Coge prestado su nombre de las siglas en inglés de la Organización Internacional de Normalización, responsable de promover este estándar. Con dicha escala, se determinaron los valores que indicaban la sensibilidad de una cámara analógica a la luz, pero ese mismo sistema de numeración sigue utilizándose en las cámaras digitales modernas.
La sensibilidad ISO determina la cantidad de luz que deja entrar la cámara y es uno de los pilares fundamentales de la exposición en fotografía. Junto con la velocidad de obturación y la apertura de diafragma, la sensibilidad ISO conforma lo que se conoce como “el triángulo de la exposición”, que determina la oscuridad o la claridad de tus fotos. Por eso es esencial aprender a ajustarla en tu cámara, ya sea por razones técnicas o por razones artísticas.
Se trata de un concepto que ya existía en la fotografía tradicional y que se ha adaptado a la fotografía digital, ya que sigue siendo clave controlar la luz que va a necesitar la cámara para hacer una foto. A diferencia de la velocidad de obturación y la apertura de diafragma, la sensibilidad ISO no deja pasar más o menos luz en el sensor de la cámara de manera natural, sino que lo que hace es incrementar ese paso de la señal (es decir, de la luz) de forma digital. Al modificar el ISO, pero sin cambiar la velocidad de obturación y apertura del diafragma, obtendrás resultados muy diferentes.
Los fotógrafos no solo deben conocer qué significa ISO en fotografía, sino también su importancia, ya que incidirá directamente en los resultados. Necesitarás mantenerlo bajo en condiciones de luz buenas, mientras que entornos oscuros pedirán unos niveles de ISO más altos. Ahora bien, elevarlo mucho tendrá sus consecuencias: la aparición de ruido. Como norma general se suele recomendar trabajar con un ISO bajo, aunque no será siempre posible en fotografías nocturnas y con movimiento, por ejemplo.
También, al duplicar la sensibilidad ISO se necesitará la mitad de luz. En cualquier caso, no solo depende de la luz disponible sino de los resultados que se deseen obtener. Aprender cómo ajustar los valores ISO te abrirá un mundo de posibilidades y te permitirá desarrollar toda tu creatividad con la cámara.
Por ejemplo, cuando duplicas el valor ISO, es decir, si pasaras de ISO 100 a ISO 200, necesitarás la mitad de luz para lograr la misma exposición. Esto quiere decir que, cuanto mayor sea el valor ISO, mayor capacidad tendrá la cámara para capturar la luz. Por lo tanto, si subes su valor, no necesitarás tanta luz para conseguir los mismos resultados.
Los valores ISO nos permiten determinar la exposición de una fotografía. De esta manera, podemos conseguir que una foto esté bien expuesta pese a tener unas condiciones de luz adversas, especialmente en entornos oscuros. Pero no siempre es la solución perfecta.
Así, el uso del ISO tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por una parte, ajustar la cantidad de luz que entra en el sensor de la cámara incide directamente sobre el nivel de exposición de las fotografías, lo que ayuda en entornos poco iluminados, pero a medida que se incrementan los parámetros ISO, también aumenta el ruido. Por eso es importante que lo controles a la perfección para conseguir los resultados deseados.
Como mencionamos anteriormente, en términos generales, es recomendable mantener unos niveles de ISO bajos, pues las consecuencias de incrementarlos pueden ser incluso peores que obtener unas fotos oscuras y poco definidas. En cambio, preferirás la aparición de ruido que de otros efectos, como una foto en movimiento borrosa, ya que el ruido puede arreglarse en posproducción.
El ruido.
¿Pero qué es el ruido? El ruido hace referencia a los puntitos que aparecen en las fotografías digitales, similar al grano en las fotos analógicas, y aparecen por una pérdida de información. El ruido siempre está presente en las imágenes, pero se hace más evidente al aumentar el brillo.
Además de evidenciar la presencia de ruido, aumentar los niveles de ISO también reduce el rango dinámico. Eso significa que notarás menos detalles en zonas con sombras, mientras que las partes más iluminadas dejarán de tener nitidez.
Por lo tanto:
- Deberás elegir unos valores de ISO bajos si quieres conseguir resultados fotográficos con poco ruido, algo que suele asociarse a fotos de mayor calidad.
- Deberás elegir unos valores de ISO altos si quieres conseguir resultados fotográficos con ruido, principalmente por razones estéticas y artísticas.
La exposición.
No podemos finalizar esta sección sin poner especial énfasis en el principal impacto que tiene ajustar el ISO: la exposición. Al fin y al cabo, esta es su función, ya que la exposición fotográfica se refiere a la cantidad de luz que recibe el sensor de la cámara.
A efectos prácticos, también hace referencia a lo clara u oscura que es una fotografía, es decir, a lo bien o mal iluminada que está, pero no olvidemos que el resultado dependerá de su combinación con la velocidad de obturación y la apertura de diafragma.
Por lo tanto:
- Deberás elegir unos valores de ISO bajos si quieres disminuir la exposición y evitar que la foto salga demasiado clara.
- Deberás elegir unos valores de ISO altos si quieres aumentar la exposición y evitar que la foto salga demasiado oscura.
ISO 100.
El ISO 100 es ideal para fotografiar al aire libre en días soleados, es decir, las mejores condiciones de luz natural para un fotógrafo. Suele utilizarse en las fotografías de viajes, tanto en ciudad como en la naturaleza.
Su uso no está exento de riesgo, ya que las imágenes pueden tener demasiada exposición. En ese caso, habrá que compensarlo con una velocidad de obturación más baja para obtener un resultado más nítido y definido.
ISO 200.
El ISO 200 es la mejor opción para fotografiar en el exterior en días nublados o con poca luminosidad. Es muy importante tenerlo en cuenta si las condiciones cambian y pasar de un ISO 100 a un ISO 200, y viceversa, según las condiciones de luz.
Además, es el ISO más común a la hora de fotografiar interiores con luz natural, siempre y cuando tengamos la suficiente intensidad. En caso contrario, tendremos que utilizar el flash y modificar el ISO.
ISO 400.
El ISO 400 es el más utilizado en interiores cuando se requiere el flash. Es ideal para retratos, fotos familiares y reportajes de diseño de interiores.
También es una buena opción para fotografías en exteriores cuando la luz no es suficiente para utilizar el ISO 200. Recuerda que las condiciones cambian constantemente, por lo que es posible que en una misma sesión utilicemos incluso los otros tres valores ISO mencionados.
ISO 800.
El ISO 800 es la mejor solución para interiores cuando no dispongamos de flash u otras fuentes de luz adicionales. De hecho, puede ser interesante utilizarlo en la misma sesión que el ISO 400, pero con flash para obtener resultados diferentes.
Por otra parte, es muy popular en la fotografía de naturaleza y animales durante días nublados o con poca luz.
ISO 1600.
El ISO 1600 está indicado para exteriores durante la noche o en interiores donde hay escasa luz. Eso sí, si hay movimiento tendrás que seleccionar una velocidad de obturación rápida para disminuir el ruido y evitar imágenes distorsionadas.
Por estas razones, es ideal para conciertos, ya que la iluminación cambia constantemente. Hay momentos muy oscuros y muchísimo movimiento. Si no lo ajustamos correctamente corremos el riesgo de que las manos de los músicos, por ejemplo, aparezcan distorsionadas. Eso sí, muchos artistas han jugado con este efecto para obtener resultados increíbles.
ISO 3200.
El ISO 3200 o superior está reservado para entornos con mínima luz, ya que la cámara deja entrar el máximo de luz hasta el sensor. Suele combinarse con el ISO 1600 según varían las condiciones de luz.
El mejor ejemplo vuelve a ser un concierto, ya que habrá momentos con bastante luz y otros prácticamente a oscuras. Eso sí, al dejar entrar la máxima luz perderemos definición en el fondo de la imagen, que tendrá mucho ruido, pero la persona retratada aparecerá con claridad y nitidez.
Como hemos visto, es muy importante experimentar con los diferentes tipos de ISO y ajustarlo según cambien las condiciones de luz y de movimiento. Con la práctica, podrás ajustarlo rápidamente durante tus sesiones para obtener los mejores resultados. Además, experimentar con el ISO te abrirá un mundo de posibilidades artísticas gracias a los diferentes efectos bajo las mismas condiciones.
hemos explicado la importancia de conocer cómo funciona el ISO para conseguir la exposición correcta para nuestras fotos. Como veremos más adelante, eso dependerá del tipo de fotografía que estemos haciendo (fotografía de naturaleza, boda, retrato…), pero también de nuestro gusto personal. Si eres un principiante en eso de la sensibilidad fotográfica, te será útil tener en cuenta nuestras recomendaciones para utilizar el ISO de forma correcta:
- Valor ISO mínimo. Apuesta siempre por el valor ISO más bajo posible que permita la situación en la que estás trabajando. Eso no significa usar el ISO más bajo de la cámara, sino el valor mínimo que permita conseguir una buena exposición. De esta forma, reducirás fácilmente el ruido que pueda aparecer.
- Usa el ruido a tu favor. Dicho esto, no deberías temerle al posible ruido que pueda aparecer en tu foto al aumentar los valores ISO. En muchos momentos te será imposible eliminarlo, así que tienes dos opciones: o bien utilizarlo como un recurso artístico o editarlo después con un programa como Adobe Photoshop.
- Profundidad de campo y velocidad de obturación. Una forma de evitar ese ruido y conseguir una fotografía bien expuesta es intentar mantener la sensibilidad ISO al mínimo y ajustar las otras dos variables del “triángulo de la exposición”.
A continuación, te ofrecemos algunos consejos para ajustar el ISO según el tipo de foto.
El mejor ISO para la fotografía de naturaleza o de paisajes suele ser el más bajo, el ISO 100, ya que por lo general se cuenta con buenas condiciones de luz. Sin embargo, cuando la luz no sea suficiente o haya movimiento habrá que ajustarlo.
En las fotografías de naturaleza nocturnas o con baja luz habrá que incrementarlo y seleccionar algunas de las opciones propuestas en la sección anterior. Además, se recomienda utilizar trípode para obtener los mejores resultados.
Muchos fotógrafos utilizan el ISO 400 para hacer fotos urbanas de calles y edificios. Puede ofrecer excelentes resultados en días nublados y en fotografías sin flash, pero si hay más luz lo reduciremos a ISO 200 o incluso 100 si es un día soleado.
Ten en cuenta que, incluso en los casos en los que contemos con más luz natural, habrá muchas zonas oscuras definidas por las sombras de los edificios, por ejemplo. Combina estos tres tipos de ISO según varíe la luz y tu posición, ya que las sombras incidirán en la fotografía de forma muy diferente.
Los retratos requieren la mayor definición posible para plasmar todos los detalles de la cara, el pelo y las expresiones faciales, por lo que se recomienda evitar el ruido con un ISO bajo (entre 100 y 400). Por supuesto, dependerá de las condiciones de luz y deberás ajustarlo según cambien, salvo que puedas controlar la luz en el estudio.
También hay fotógrafos que buscan distorsionar el fondo para que el retrato destaque aún más. En ese caso, puedes utilizar algunos de los trucos para conciertos y experimentar con un ISO más alto.
Para la fotografía de bodas deberás pensar tanto en el lugar en el que se va a celebrar como en la hora del día. Puede que la ceremonia se celebre en plena luz del día en exteriores (ISO bajo) y que el convite tenga lugar en interiores de noche (ISO alto), así que deberás ir ajustándolo según convenga.
Lo mismo ocurre si quieres centrarte en una persona en concreto, para lo que puedes seguir los consejos para retratos, o si son fotos de grupo en las que tenga especial relevancia el fondo.
La fotografía nocturna requerirá siempre un ISO alto, normalmente de ISO 800 en adelante. Los resultados pueden ser impresionantes siempre y cuando se puedan diferenciar los elementos de la imagen.
Solo utilizaremos valores inferiores si preparamos nuestra sesión para aprovechar la famosa hora mágica, la luz favorita de muchos fotógrafos, o si queremos fotografiar rayos y tormentas. En estos casos, te recomendamos comenzar con un ISO bajo e ir aumentando según vayan disminuyendo las condiciones de luz.
La fotografía de productos requiere la mayor nitidez posible. Para obtener los mejores resultados deberás contar con una buena iluminación y mantener el ISO bajo para reducir el ruido en las fotos y la pérdida de rango dinámico.
Es bastante parecida a los retratos, pero suele realizarse en composiciones en interiores con luz artificial. Eso sí, también puedes probar en exteriores con una buena iluminación natural, para la que mantendrás el mismo ISO.
Trucos y consejos sobre el ISO en fotografía.
1. El ISO de tu cámara como herramienta educativa.
Familiarízate con tu cámara y haz todas las pruebas que puedas. Presta especial atención a qué efectos tienen distintos tipos de ISO mientras mantienes el resto de las condiciones como la luz, el movimiento, etc. De esta forma, no solo aprenderás a utilizar tu cámara de la forma más efectiva y cómo ajustar el ISO según los resultados deseados, también descubrirás increíbles efectos que podrás utilizar más adelante.
“Configura la cámara en ISO automático y comprueba qué ISO utilizar en las condiciones específicas. De esta forma, entenderás la relación que hay entre las situaciones reales y el ISO”.
Stephen Klise, fotógrafo
2. No al ISO automático.
Klise nos ha recomendado utilizar el ISO automático como una potente herramienta de aprendizaje a la hora de entender cómo funciona este parámetro, pero deberías desactivarlo en cuanto te hayas hecho una idea de los efectos que cada tipo de ISO tiene en tus fotografías. Hazte con el control de tu cámara y experimenta manualmente con todos los tipos de ISO para obtener el resultado deseado.
3. No abuses del ISO.
Cuanto más alto sea el ISO utilizado, más granulado aparecerá en la fotografía. Aunque el grano puede utilizarse como efecto artístico, es preferible apostar siempre por el más bajo posible para obtener los mejores resultados fotográficos. Recuerda que el ISO puede ser tu mejor aliado o tu mayor enemigo si abusas de un ISO alto.
“Quieres que el ISO sea lo más bajo posible mientras congelas la acción, incluso si deseas un poco de grano por razones estilísticas. Cuanto más bajo es el ISO, más detallada es la foto”.
Derek Boyd, fotógrafo
4. Ni tampoco te quedes corto.
No obstante, el ISO está disponible para utilizarlo si lo necesitas, y ese será el caso de los entornos poco iluminados. Aunque tu cámara pueda disparar con un ISO muy bajo, no tienes que quedarte en esa zona de confort. Experimenta para seleccionar el ISO apropiado a la situación y lograr así el nivel de claridad o ruido que desees.
5. ISO como sustituto del trípode.
Además de ayudarte en entornos oscuros, el ISO puede convertirse en tu mejor aliado si vas a fotografiar sujetos en movimiento o si no tienes un trípode a mano. El ISO adecuado junto a una velocidad de obturación alta te ayudará a compensar el pequeño temblor al sujetar la cámara.
6. Experimenta en la posproducción.
La experiencia te ayudará a determinar cuándo merece la pena aumentar los niveles de ISO para obtener una fotografía más clara a pesar de la aparición de ruido, pero siempre podrás realizar ajustes en la posproducción con herramientas como Adobe Photoshop Lightroom.
En esta última fase, podrás compensar una baja exposición o la presencia de granulado, además de permitir una infinidad de ajustes o la posibilidad de añadir efectos artísticos.
ISO en fotografía: Preguntas más frecuentes.
¿Cuál es el mejor ISO para tomar fotos?
La exposición correcta, y por lo tanto el ISO adecuado, dependerá de lo que el fotógrafo o fotógrafa quiera transmitir con esa imagen, aunque en términos generales será la que consiga un equilibrio entre las luces y las sombras y la que permita plasmar todos los detalles y unos colores fieles a la realidad.
¿Cuál es el ISO más bajo?
La El ISO más bajo depende de cada cámara, pero suele ser ISO 100 o ISO 200. Sin embargo, cuando nos referimos al uso del ISO más bajo en fotografía solemos referirnos a la situación en concreto. Puede ser que necesitemos un ISO 400 en ciertas condiciones específicas, aunque nuestra cámara pueda utilizar valores más bajos.
¿Cómo se mide el ISO?
La El ISO se mide teniendo en cuenta la sensibilidad de la cámara a la luz y asignándole un sistema de numeración. Originalmente se refería a las cámaras analógicas pero el efecto en la fotografía es el mismo y el sistema se ha mantenido.
Los siguientes expertos han contribuido en la realización de este artículo:
- Ivy Chen, fotógrafa especializada en retoques fotográficos. Explora su obra
- Stephen Klise, fotógrafo de retratos de Seattle.
- Derek Boyd, fotógrafo profesional con una gran trayectoria especializado en fotografía de edificios.
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